Verdades mañaneras:
Sí, esta entrada trata un tema que nos concierne a todos. Una recopilación de anécdotas sobre el peor momento del día. Una entrada sobre todos aquellos hechos que nos fastidian y amargan sólo por haber empezado mal.
Despertarse es como jugar a "la vida" en modo imposible. Todo cuesta más y es mucho más difícil. Las sábanas por ejemplo. Algo que parece pesar unos pocos gramos se vuelve de una tonelada, haciéndonos imposible salir de la cama. Y no es que nos cueste, (que también) es que la diferencia entre levantarnos a las 7:00 y a las 7:05 es mayor que la de ir al estadio en un clásico o un Getafe-Celta. Estos cinco minutos de diferencia son la gloria, y en ellos se ve claramente que te podrías dormir en tres segundos cuando por la noche estás una hora para dormirte.Sin embargo se acaban, y te dejan en la dura realidad de que pierdes el bus.
Una de las peores cosas que te pueden ocurrir es tener algún plan interesante a la mañana siguiente. Te pasarás la noche en vela emocionado por lo que harás en cuanto te despiertes, y echarás ese plan a perder por el sueño que tendrás.
Después están los fines de semana. Algunos pensaréis que haréis algo productivo, levantándoos a las nueve, pero ya os digo yo que no. Os pasaréis la mañana en la cama, leyendo twitter o viendo alguna serie, pero sin hacer nada de importancia.
Y así llevo dieciséis años de mi vida, espero no ser el único.
Carlos M.
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