Una breve historia de casi todo, de Bill Bryson es un libro que te abre los ojos ante la realidad. No podemos ser conscientes de lo complejo que es el universo y lo difícil que es que tengamos existencia hasta haberlo leído.
Nada más empezar el prólogo ya es sorprendente. El ser humano está formado por millones de átomos ordenados de una forma muy especial, incluso irrepetible, que hace que tenga vida. Lo extraño es que, esos átomos, por sí solos u ordenados de otra forma, no constituyen nada parecido a un hombre, ni siquiera a un ser vivo. Esto es lo más maravilloso de la vida y lo que nos hace plantearnos la existencia de un Creador que la haya instaurado en la Tierra. Las probabilidades de que haya otro planeta que reúna esos requisitos son demasiado remotas para que lo que descubramos. Por ello, ¿no tiene sentido hablar de un Dios que dirija todo?
En mi opinión y por lo leído en el libro, sí. El mundo es perfecto. Lo rigen miles de leyes que lo hacen funcionar a la perfección desde hace millones de años. Siempre se ha oído eso de que la naturaleza es muy sabia. ¿Y si es Dios el que lo es?
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