"Comer es lo mejor del mundo" dicen algunos, "hacer deporte es flipante" dicen otros, sin embargo, no hay mayor placer que el bello arte de dormir. Dormir es ese momento en el que tu cerebro asimila toda la información que ha recogido durante el día, ese momento en el que se crea un mundo dentro de tu cabeza, tal es así, que nos planteamos si es posible que nos encontremos en un sueño. La sensación de tumbarte en la cama o en la mesa de clase (menos confortable que la cama, pero igual de útil) y cerrar los ojos mientras que tu mente se aleja de la clase que te ha hecho caer en sopor, no tiene nombre no hay palabras para expresar esa sensación. De hecho cuando nos dieron una segunda charla contándonos detalladamente el campo de trabajo de San Petersburgo, la gente salía diciendo: " que matada, vamos a tener que cargar con casi doscientos sacos al día" , mientras que mi cara de terror de debía a " ¡oh no! solo voy a dormir 6 horas". A pesar de esto, nos encontramos en una sociedad en la que cada vez se duerme menos, nos levantamos pronto y nos acostamos tarde, esto se debe en gran parte a que nos acostamos con los teléfonos hablando o escuchando música, y nos entretienen hasta altas horas de la madrugada evitando así que descansemos con propiedad. Haz la prueba, estate una semana dejando el teléfono antes de irte a dormir y ya veras que descansaras mejor y dormirás más, pues no podemos dejar de disfrutar plenamente de este arte, al cual en nuestro país se le da culto, con la querida siesta.
Raimundo A.
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