"Letrasados", "letrosos", "sin futuro"... Estos y muchos más son los motes con los que los alumnos de ciencias etiquetamos a los alumnos de letras. Nos creemos superiores y con derecho a discriminarlos como si de una raza inferior se tratase. Los principales argumentos contra ellos son la facilidad con que cursan el bachillerato o que su capacidad intelectual está a años luz de la nuestra.
Pero no nos damos cuenta de que la gente que domina el mundo es gente de letras. Piensa en todos los presidentes y directivos de todo tipo de empresas. O en el Romano Pontífice o en los grandes líderes sociales. La mayoría de ellos es gente de letras. Ahora piensa en los cargos que ocupa la gente de ciencias: médicos ingenieros, arquitectos, físicos, astronautas... Todos ellos están, de una forma de o de otra, al servicio de gente de letras. Y los que no lo están es porque se han dado cuenta de su condición y han decidido "aletrarse".
Así pues, la próxima vez que vayas a llamar "letrasado" a alguien de letras replantéatelo porque puede que en un futuro no muy lejano ese "letrasado" sea el jefe de la empresa en la que trabajes.
Luis P.
Luis P.
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