La historia de un negado para filo:
Buenos días me llamo Gonzalo Maortua y a día 14 de marzo no he aprobado ningún, pero ningún examen de filosofía.
El primer examen de filosofía fue desastre colectivo, aunque conseguí sacar un 2,25. Estuve por encima de la media pero no fue lo suficiente... (primer suspenso). Cuando llegó el examen de la primera evaluación, el cual me lo había preparado como nunca, me dije a mi mismo: "Apruebo por narices, que la filosofía está facilísima". Ui sí! ¿Aprobar? Con un 0,25 empecé a ver que no podía llegar muy lejos (segundo suspenso). Mientras que mis compañeros sacaban treses y cuatros, yo con un 0,25 !INCREÍBLE! Llegó el tercer examen también conocido como el acumulativo para todos, excepto para mí. Era mi examen de recuperación. Me pasó lo mismo en este examen: Pensaba que lo llevaba de lujo, porque ya era la tercera vez que me estudiaba el mismo temario. Cuando salí del examen me dije: !Buaah apruebo de canteo!. ¿Que pasó? Volví a suspender como siempre (tercer suspenso). Saqué un 1, pero tras hablar con Don Jesús me dijo que en teoría era un aprobado, pero como me había salido de los márgenes no había remedio: era otro suspenso para la lista. El último examen lo hice la semana pasada, al igual que todos vosotros. Pero tampoco lo conseguí. Ni aún habiendo puesto el "ok" aprobé.
De todo esta pequeña historia he sacado distintas conclusiones personales que espero que me lleven a la gloria en el próximo examen.
"La experiencia no es lo que te sucede, sino lo que haces con lo que te sucede" Aldous Huxley.
Gonzalo M.
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